Calabria se encuentra en la punta de la «bota» de Italia, y con sus 320 días de sol al año, es una de las regiones más soleadas de Europa.
Las increíbles playas, el agua cristalina y los pintorescos pueblos convierten esta región en uno de los mejores destinos para unas auténticas vacaciones italianas. Aquí encontrarás preciosos huertos, palmerales y viñedos. Está separada del resto de Italia por montañas de hasta 2000 metros de altura, con desfiladeros abruptos y bosques densos.
Esto la convierte virtualmente en una isla. Quizá por ello Calabria sigue siendo un pequeño secreto entre los viajeros, aunque es un destino ideal, y no solo para los amantes del sol y de los deportes acuáticos. Esta región también se caracteriza por su gran diversidad cultural y es perfecta para unas vacaciones activas.
Con solo oír su sonoro nombre, se despertarán tus ansias de aventura: Tropea, en la costa occidental calabresa, tiene casi 8000 habitantes y se encuentra en un emplazamiento extremadamente fotogénico en un acantilado de 60 metros sobre el mar Tirreno. Contempla las maravillosas vistas desde los miradores sobre las aguas por la tarde hasta la isla de Stromboli. Bajo la ciudad, la playa de 2,3 km de largo y hasta 20 metros de ancho en Tropea es un verdadero paraíso.
A 11 km al sur de Tropea se halla la pequeña población de Capo Vaticano, alzándose sobre el estrecho de Messina. En la antigüedad, los marineros consultaban el tiempo y los potenciales avatares del destino con el oráculo. Hoy, este pueblo en las colinas de Monte Poro es famoso por sus numerosas y pequeñas playas y calas.
También a unos pocos minutos en coche desde Tropea, la antigua villa pesquera de Parghelia se halla en una de las regiones costeras más bellas de Calabria. En este tranquilo emplazamiento junto al mar azul intenso encontrarás varios cafés y restaurantes donde relajarte. En los meses hibernales, Parghelia es un buen punto de partida para excursiones por las zonas rurales.
La animada Pizzo tiene un pintoresco casco antiguo con una amplia plaza del mercado. Se dice que el célebre helado tartufo fue inventado aquí. La cueva-iglesia de Piedigrotta es una visita especialmente interesante. Se cuenta que fue excavada en la roca a mano por náufragos en la playa.
Como todo el sur de Italia, Calabria es muy acogedora con los niños.
Ya sea recogiendo naranjas maduras directamente del árbol, visitando una carbonera o pasando largos días chapoteando en las playas y haciendo castillos de arena, los más pequeños tendrán unas vacaciones inolvidables.
También podrán divertirse visitando el parque acuático de Zambrone cerca de Tropea, para pasar unas vacaciones familiares cargadas de acción con los toboganes de agua y un simulador de surf.
Padres e hijos podrán relajarse haciendo el trayecto en ferrocarril de vía estrecha de Cosenza a Sila Grande.
En el Acuario de Capo Rizzato, nuestros jóvenes aspirantes a biólogos marinos podrán tocar anémonas de mar, peces e incluso erizos de mar.
Como región italiana que es, Calabria ofrece a sus visitantes en sus restaurantes la típica pizza y pasta, así como pescado y marisco, carne de caza y setas de los bosques de la zona.
El vino calabrés tinto, blanco y rosado acompaña a los quesos autóctonos como el Pecorino de leche de oveja. Algunas de las especialidades típicas de la zona son la fileja, un tipo de pasta a la que se da forma enrollándola alrededor de agujas de tejer, y el salumi de cerdo picante para untar \'nduja.
Las cebollas rojas de Tropea se cuentan entre las más dulces del mundo, y se emplean para elaborar antipasti y mermelada, entre otros productos.
Calabria es uno de los destinos más atractivos durante todo el año. Incluso en los meses hibernales, las temperaturas no bajan de los 12°C, y desde abril el termómetro ya suele marcar valores superiores a los 20°C.
La temporada de baño en Calabria se extiende de mayo a octubre. Los meses más calurosos son julio y agosto. Durante estos, con 11 horas de sol al día, las temperaturas superan diariamente los 30°C, y apenas hay precipitaciones. La temperatura del mar también es muy agradable, y supera ampliamente los 23°C.
Los meses de invierno son ideales para viajeros activos que quieran disfrutar practicando el senderismo y el ciclismo de carretera o de montaña. En esa fecha es cuando comienzan a operar los modernos telesillas de esquí en las áreas más montañosas, como la meseta de La Sila.